miércoles, 14 de enero de 2015

Minirosa...

El rosal Mini o rosal de pitiminí es una variedad enana del rosales, que se pueden cultivar tanto en exterior como en interior.

Nombre común: Rosal mini, rosal de pitiminí
Ubicación: interior, evitando sol directo.

Riego:Abundante, dejando secar capa superficial entre riegos.

Abono:Añadir un fertilizante al agua de riego durante la floración.

Plagas y enfermedades: araña roja, pulgón y oidio
Descripción del rosal mini.
  

Los rosales mini o de pitiminí son perfectos para tener en el interior del hogar, pero requieren una labor de mantenimiento que no podemos descuidar.

Para cultivar estos rosales tenemos que evitar la luz directa del sol y mantenerlos húmedos, pero no encharcados. Durante la floración hay que incluirles un abono en el agua de riego para estimular su desarrollo.

Estos rosales en miniatura tienen unas hojas similares a algunas variedades de jardín, pero sus flores son pequeñas y normalmente reciben el nombre de pitiminí porque sus capullos están agrupados. El secreto de su cultivo es mantener una humedad ambiental alta y evitar el contacto directo con el agua en la base.

La maceta se debe poner en una bandeja con piedrecillas o grava en el fondo que se mantendrán húmedos con un poco de agua, pero sin que esté en contacto con la maceta. Las hojas las podemos pulverizan cuando esté la calefacción puesta en invierno y las regaremos dejando que se seque la capa superficial entre riegos.

En época de poda se puede reducir su altura a la mitad e iremos quitando las flores marchitas después de cada floración.

Respecto a las plagas se ven afectadas por la araña roja, el pulgón y el hongo o idio. Si los tallos y las hojas están colgantes será falta de riego, y si no vuelve a desarrollar flores se puede estimular colocándolas a un lugar aireado y soleado.


Fuente: http://www.hogarutil.com/jardineria/fichas/plantas/201306/rosal-mini-rosal-pitimini-20417.html

jueves, 8 de enero de 2015

Los Claveles...

Esta popular flor puede que sea, junto con la rosa, la más demandada entre los compradores. Sus mayores reclamos son la amplia gama de colores que presenta y su delicado aroma.


Pertenece a la familia de las Carifiláceas y al género Dianthus, que comprende cerca de 250 especies diferentes. Entre ellas las más populares son el Dianthus barbatus, el caryophyllus, el chinensis o el deltoides.

Podemos encontrarlas 'standard' o 'uniflora', grandes, o 'mini', de reducido tamaño.

Antiguamente los claveles sólo eran silvestres, pero las investigaciones avanzaron hasta que se han convertido en un producto comercial.

Hoy en día, todos podemos cultivar los nuestros. Para que luzcan resplandecientes y su desarrollo sea correcto, os presentamos una serie de técnicas de cultivo y cuidados de esta flor oriunda de la cuenca mediterránea.

Las mejores atenciones para su cultivo

La multiplicación se realiza a través de esquejes y, si las especies son anuales, se efectúa entrada la primavera. Al tratarse de una planta bienal, el cultivo del clavel comenzará a principios de verano. Si hemos de realizar trasplantes, el momento más adecuado será en otoño.

El suelo se recomienda que sea poroso y rico, con un buen drenaje. Además, la mayoría de las especies requieren tierras calcáreas.

Respecto a la temperatura, necesitan calor y una prolongada exposición al sol.

El riego es de fundamental importancia. Ha de ser regular y, por supuesto, variará en función del calor que haga.

SUSCEPTIBLES DE PLAGAS Y ENFERMEDADES

Respecto a las plagas, hemos de extremar las precauciones. 
Habitualmente, suelen atacar a los claveles, pulgones, tortix europeo.

También diferentes enfermedades pueden hacer mella en la salud de la flor, entre las más comunes destacan:

Roya: provoca la aparición de manchas tanto en las hojas como en el tallo y suelen aparecer en épocas templadas, como el otoño y la primavera. (En este reportaje aprenderás a prevenir las enfermedades producidas por hongos.)

El debilitamiento del clavel: que causa graves estragos en su crecimiento. Un remedio efectivo es el calor.



Las manchas en las hojas: existen diversos tipos. Las combatiremos con fungicidas.

Cuando nuestras flores alcancen el momento en el que el capullo esté completamente abierto, procederemos a su recolección y, si queremos conservarlas durante un largo periodo de tiempo, las sumergiremos en una solución de STS, un inhibidor de etileno que realiza esa función.


Fuente:ttp://plantas.facilisimo.com/reportajes/flores/claveles-cultivo-y-cuidados_184294.html